El hombre que vio un derbi vasco desde el arco de San Mamés

Se cumplen 70 años del singular caso del aficionado rojiblanco que se encaramó a lo alto del arco de San Mamés para ver el derbi vasco

Ibai Gómez sacando desde la esquina con el arco al fondo | Foto: Onda Cero

El arco que presidía la tribuna principal del viejo San Mamés es no solo un emblema del club sino también de la ciudad de Bilbao. Desde su izado en 1953 hasta la retirada y traslado a la ciudad deportiva de Lezama, destacó por su iconicidad e innovación arquitectónica. Incluso la selección inglesa en su participación en el Mundial 82 calificó a la Catedral como “el pequeño Wembley”. Su diseño y planificación fueron autoría del riojano Carlos Fernández Casado

Esta actuación en el campo guardaba dos cometidos, por un lado, aumentar el aforo de un campo que se quedaba pequeño ante el crecimiento de la ciudad y la demanda por presenciar los partidos dentro del estadio. Y, por otro lado, conseguir sostener una cubierta de tal tamaño sin emplear vigas que dificultasen la visión de los espectadores. En ese sentido, era innovar dejando de lado las clásicas columnas de los campos ingleses, o sin ir más lejos las que soportaban la techumbre de la mítica general de San Mamés.

Un derbi desde el arco 

Mientras Gainza, Mauri o Maguregi se enfrentaban al combinado realzale en el derbi vasco, los asistentes al estadio comprobaron de primera mano como en lo alto del arco de San Mamés había un individuo presenciando el encuentro.

Gracias a uno de los mayores expertos de la historia de San Mamés, Joseba Moro, conocemos la identidad del valiente que esa tarde de noviembre de 1953. El valiente se llamaba Jaime Gaucel Rodríguez, además, como es costumbre, él también acudió al campo provisto de un tentempié compuesto por chorizo, pan y vino. Eso sí, para deshacer el camino necesito de la ayuda de los bomberos.

Jaime Gaucel Rodríguez subido al arco de San Mamés | Foto: El Correo

Del botxo a Lezama

La demolición del antiguo San Mamés conllevaba una reubicación del arco y atendiendo a su gran envergadura, cualquier acción suponía un reto mayúsculo. Antes de su ubicación final, los rumores iban en muchas direcciones. Se especuló con la posibilidad que la estructura se convirtiese en una pasarela de acceso a San Mamés desde Sarriko, o como puente uniendo Zorrozaurre con uno de los márgenes de la ría de Bilbao. 

El proyecto definitivo, una vez completadas las labores de restauración del arco, consistió en colocarlo sobre la grada nueva construida en frente de la tribuna Piru Gainza del campo donde disputa sus encuentros el primer equipo femenino y el filial masculino. De este modo, se logra conservar un elemento importante para la ciudad y el club, facilitando a las nuevas generaciones comprobar de primera mano la historia del Athletic.

Arco de San Mamés en su nueva ubicación en las instalaciones de Lezama | Foto: Athletic Club


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